16 Le sepultaron en la Ciudad de David, con los reyes, porque había
hecho el bien en Israel, con Dios y con su Casa.
17 Después de la muerte de Yehoyadá vinieron los jefes de Judá a
postrarse delante del rey, y entonces el rey les prestó oído.
18 Abandonaron la Casa de Yahveh, el Dios de sus padres, y sirvieron
a los cipos y a los ídolos; la cólera estalló contra Judá y Jerusalén a causa de
esta culpa suya.
19 Yahveh les envió profetas que dieron testimonio contra ellos para
que se convirtiesen a él, pero no les prestaron oído.